
Gastos ocultos al comprar vivienda: lo que nadie te dice
Comprar una vivienda es uno de los pasos más importantes de la vida. Emoción, ilusión, decisiones clave… y, por supuesto, números. Muchos compradores hacen cuentas sobre el precio de venta, el tipo de hipoteca o los metros cuadrados. Pero hay algo que pocos tienen en cuenta desde el principio: los gastos ocultos.
Y no es que nadie quiera engañarte, simplemente nadie te los explica bien desde el principio. Hasta que llegan, uno a uno, como un goteo que puede desajustar todo tu presupuesto.
En Aramar Inmobiliaria creemos que una compra bien hecha empieza con transparencia. Por eso, en este artículo te vamos a contar todos esos gastos “extra” que vienen con la compra de una vivienda, para que no te pille por sorpresa y puedas preparar tu presupuesto real.
1. Impuestos: el primer gran gasto extra
Cuando compras una casa en España, no solo pagas el precio de la vivienda. También tienes que pagar impuestos. Y no son precisamente pequeños.
🏠 Si compras una vivienda de segunda mano:
Debes pagar el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP), que en la Comunidad Valenciana es del 10% del precio escriturado.
Ejemplo: Si compras una vivienda de 100.000 €, pagarás 10.000 € solo en impuestos.
🏢 Si compras una vivienda nueva:
Aquí no se paga ITP, pero sí IVA (10%) y Actos Jurídicos Documentados (AJD), que suele rondar el 1,5%.
Ejemplo: En una vivienda nueva de 150.000 €, puedes llegar a pagar cerca de 17.250 € entre IVA y AJD.
💡 Consejo Aramar: haz bien los cálculos desde el inicio. Este gasto es obligatorio y no negociable.
2. Notaría: firmar tiene su coste
Para que la compra sea legal, la firma debe hacerse ante notario. Este servicio también tiene un coste, que paga el comprador, y que varía según el precio y las páginas de la escritura.
Suele oscilar entre los 600 € y 1.200 €.
Además, si hay hipoteca, se hace una escritura adicional, lo que puede elevar este coste.
3. Registro de la propiedad: hay que inscribir tu vivienda
Una vez firmada la compra, la propiedad debe inscribirse a tu nombre en el Registro. Este trámite también tiene un coste, que depende del valor de la vivienda.
Se suele mover entre los 400 € y 800 €.
Aunque parezca un simple paso burocrático, es imprescindible para que seas oficialmente el propietario legal.
4. Gestoría: si hay hipoteca, es casi obligatorio
Si financias tu compra con hipoteca, el banco suele imponer una gestoría para tramitar todos los papeles, liquidar impuestos, inscribir escrituras, etc.
Este coste puede rondar los 300 € – 500 €, aunque depende de la entidad.
Desde 2019, muchos de estos costes los asume el banco (como notaría o registro de la hipoteca), pero conviene confirmarlo bien antes de firmar.
5. Tasación del inmueble
Otro gasto que suele pasar desapercibido: la tasación que exige el banco si vas a solicitar una hipoteca.
Esto no lo cubre el banco, sino tú, como comprador. Y sin ella no hay préstamo.
💰 Coste estimado: entre 250 € y 500 € según la vivienda.
Además, si la tasación sale por debajo del precio pactado, puede que te concedan menos hipoteca de la esperada, y tengas que poner más dinero de entrada.
6. Comisión de apertura de hipoteca (si aplica)
Algunos bancos todavía cobran una comisión por abrir la hipoteca, que puede ser un porcentaje sobre el capital prestado (por ejemplo, 0,5% o 1%).
Aunque hay bancos que ya no la cobran, conviene preguntar por escrito y no dar nada por hecho.
Ejemplo: En una hipoteca de 100.000 €, una comisión del 1% son 1.000 € más que salen de tu bolsillo.
7. Seguro de hogar (y a veces, de vida)
El banco te exigirá, como mínimo, un seguro de hogar con cobertura contra incendios. Es obligatorio si hay hipoteca.
Muchas entidades también intentan vincular seguros de vida, planes de pensiones u otros productos para mejorar el interés del préstamo.
💡 No estás obligado a contratar todo con ellos, pero si lo haces, asegúrate de que el coste total no te salga más caro que un tipo de interés más alto sin vinculación.
8. Alta o cambio de suministros
Una vez compras, toca poner agua, luz, gas, internet… a tu nombre. Si el inmueble llevaba tiempo vacío, es posible que necesites reabrir contratos desde cero, lo que supone costes más altos.
💰 Alta de agua/luz/gas puede costar entre 50 € y 200 € cada uno.
En pisos más antiguos puede que tengas que hacer boletines o adaptar instalaciones, lo que también suma.
9. Reformas, muebles y arreglos
Aunque compres una casa “lista para entrar”, siempre hay algo que cambiar. Una puerta que chirría, una pared que quieres pintar, una cocina antigua que no te convence, etc.
A esto hay que sumar el mobiliario, electrodomésticos o mejoras de confort.
No hay una cifra exacta, pero en muchos casos se gastan entre 2.000 € y 10.000 € adicionales al poco tiempo de entrar a vivir.
10. Honorarios de inmobiliaria (en algunas operaciones)
En Aramar Inmobiliaria, los honorarios los paga el vendedor, así que el comprador no asume este coste. Pero no todas las inmobiliarias trabajan igual, y hay casos en los que al comprador se le pide una comisión.
Por eso siempre recomendamos que preguntes desde el principio cómo funcionan los honorarios. La transparencia es fundamental.
Resumen: ¿Cuánto dinero extra necesitas?
Aquí tienes un ejemplo realista de cuánto puede costarte comprar una vivienda de 100.000 € en Pego o alrededores:
Concepto | Estimación aproximada |
---|---|
Impuestos (ITP 10%) | 10.000 € |
Notaría | 800 € |
Registro de la propiedad | 600 € |
Tasación (si hay hipoteca) | 300 € |
Gestoría (si hay hipoteca) | 400 € |
Seguros y vinculaciones bancarias | 300 € – 600 € |
Altas y cambios de suministros | 200 € – 400 € |
Pequeñas reformas y mobiliario | 3.000 € – 7.000 € |
TOTAL APROXIMADO: entre 15.000 € y 20.000 € adicionales al precio de compra.
Conclusión: la clave está en saberlo todo desde el principio
Los gastos ocultos no son tan “ocultos” si te los explican con claridad. En Aramar creemos que comprar una vivienda es una decisión maravillosa, pero también exige preparación y buena información.
Por eso, acompañamos a cada cliente desde el primer momento, haciendo números juntos, sin promesas irreales, sin sorpresas desagradables, y con el objetivo de que el proceso sea fácil, seguro y sin sustos.
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